Me muerdo las uñas
muerdo los dedos de mis hijos
jalan mis cabellos
araño sus pies
revienta un pájaro en el aire
todas sus plumas cubren mi
cabeza
regreso al caballito de la noria
tirado por fantasmas y
ángeles frustrados
Ensordece la tarde al escuchar el grito de la oruga
tierra dispersada en los muslos
arena atormentada en revuelta
Soy agua milenaria
del glaciar
mis ojos conducen a las pupilas del simio
mis labios confunden al tiempo
las teclas se
asfixian bajo mis dedos
Más me
vale morder un lápiz
o
prenderle fuego…
Gloria Saldívar
No hay comentarios:
Publicar un comentario